
La semana anterior vimos la historia del Dodge Challenger. La producción de este icono del automóvil incluyó, además, una versión potenciada ”in extremis“, que Dodge llamó T/A, y la cual estaba destinada a la participación en el Campeonato Trans America. Veamos.
El Campeonato Trans American Sedan del Sport Car Club de América, resultaba una competición muy atractiva para los fabricantes de este tipo de vehículo, pues unos buenos resultados se traducirían en prestigio y publicidad, todo lo cual debería impulsar las ventas. En 1970 se vivía el apogeo de la llamada ”era dorada“ de ese evento y todos los fabricantes de muscle car presentaron un equipo oficial. El evento fue ganado por Ford, en los motores mayores de dos litros, pero los vehículos de Chrysler (Plymouth y Dodge) tuvieron versiones épicas.
Dodge fabricó una versión de calle de su auto de carrera, el Challenger T/A (Trans Am), y le agrego un trío de carburadores de doble cuerpo sobre la entrada de aluminio del escape Edelbrock, creando el 340 Six Pack. Dodge consideró al 340 Six Pack en la misma clasificación 290 CV, como el motor 340 original, la misma del Camaro Z28 y el Ford Mustang Boss 200.
En realidad, esa bestia alcanzaba alrededor de 350 CV, tomaba aire a través de un filtro del tamaño de una valija moldeada dentro del capó, y sus escapes dobles, de baja restricción, iban desde el silenciador de reserva con salida cromada en forma de megáfono frente a las ruedas traseras. La potencia era tramitada por el Torqueflite automático, o la transmisión de cuatro cambios Hurst-shifted, con relación principal de transmisión de 3,55:1 o 3,90:1, según fuera el caso. La dirección podía ser asistida o manual.
Poner orden en el movimiento de estos Challenger T/A era responsabilidad de unos frenos delanteros a disco, y sobre todo del trabajo de la suspensión especial rallye, la cual tenía partes reforzadas, e incrementaba la curva de los amortiguadores traseros. El T/A figura entre la primera producción de vehículos que usaron diferentes tamaños de llantas delanteras y traseras: delanteras E60 x 15, traseras G60 x 15. La curva modificada elevaba la cola lo suficiente como para despejar la goma trasera y las salidas de escape.
Para catapultar su atractivo se añadieron detalles a la imagen del auto: líneas laterales delgadas, gráficos, spoiler y un interior abarrotado de opciones. Hacer fluir de forma armoniosa semejante potencia, en autos de poco peso y estructura ligera, no era fácil en una época en la cual su majestad la electrónica aún no ponía todas las asistencias que hoy hacen 500 CV algo asequible y dócil. Desafortunadamente, el Challenger T/A de carrera no era muy competitivo y la versión de calle sufría de inestabilidad en curvas rápidas. El T/A solo estaría disponible en 1970, ya que Dodge se retiraría de la carrera Trans Am ese año.