
Como quiera que nos seguimos acercando al Ecuador de 2011, Citroën ya alista el lanzamiento del DS4, segundo modelo de su línea dinástica DS, que arribará a los concesionarios durante el segundo semestre del año, con un diseño más novedoso y unas prestaciones más explosivas que las del nuevo C4 en cuya plataforma está basado.
Así, según adelantó la propia firma automovilística francesa rumbo al Salón de París, el DS4 contará de salida con cinco motorizaciones y tres niveles de acabado (Design, Style y Sport), aunque desde el más básico ya se augura una calidad y refinamiento inobjetables. Y es que no por gusto, con un perfil más musculoso y una mayor altura que potencian su silueta única de coupé sobreelevado, este vehículo de cuatro puertas fusiona con audacia conceptos diametralmente opuestos para conciliar el dinamismo y la exclusividad de un compacto con la polivalencia y la habitabilidad de una berlina.
Dicho y hecho, Citroën no ha dejado nada en el tintero a la hora de concebir un interior donde primen su capacidad innovadora y el confort, gracias a elementos como el parabrisas panorámico con una visión de más de 45 grados y a las cuantiosas posibilidades de personalización fruto de la "Créative Technologie". Mientras, en el apartado mecánico ha dispuesto dos propulsores diesel HDi con potencias de 110 y 160 CV, así como tres de gasolina (120, 155 y 200 CV), adosados en todos los casos a una caja de cambios de seis relaciones manual o CMP, aun cuando el motor diesel de 110 CV incorpora también la tecnología micro-híbrida eHDi que permite minimizar los consumos y las emisiones de CO2 a 4.4 l/100 km y 114 g/km, respectivamente.
De modo que no le falta ningún ingrediente a este modelo para responder a casi todas las necesidades, a la vez que despierta una seducción y un dinamismo cada vez mayores, abriendo las puertas a un universo completamente diferente. Como sentencia de Jérémie Maestracci, jefe del proyecto, la meta real del DS4 es que el conductor tenga "la impresión de sentir las ruedas en la punta de los dedos, proporcionándole un tacto único de la carretera". Nada más y nada menos que volar en primera clase.