
Preparando el artículo Para Soñar, de la revista impresa Excelencias del Motor No. 26 que circulará en los meses de septiembre y octubre, encontré esta nota curiosa. Un Veyron anfibio, se trata de uno de los quince Bugatti Veyron matriculados en Estados Unidos (Texas), que tras la despistada de su propietario flotó –literalmente- aunque fue por poco tiempo.
Después de ese suceso, ocurrido en noviembre de 2009, se conoce a este Veyron como el primer y único anfibio de la marca. Por desgracia, para el auto y su dueño, el lujoso deportivo se hundió y quedó inservible. Como dato curioso les comento que su propietario, luego de abandonarlo y dejarlo funcionando con la puerta abierta, sufrió junto a testigos el agónico hundimiento de su coche, que tardó –sin que se apagase el motor- unos quince minutos.
El dueño comentó que se entretuvo hablando por su teléfono móvil, una acción que provocó tamaño despiste. Por lo que queda demostrado que hablar por teléfono y conducir no van y mucho menos en un deportivo de más de 1 000 CV y 400 km/h de velocidad punta.
No obstante, tanto extrañó su propietario al Veyron que se compró, a principios de este año, otro bello ejemplar. Por lo que vuelven a ser quince los Veyron que circulan en los Estados de la Unión. Así, echó por tierra la teoría de que había provocado el accidente para cobrar el seguro del auto, tan millonario como su precio mismo.