
Las siglas FSM se corresponden al acrónimo polaco Fabryka Samochodów Malolitrazowych, que significa planta de producción automovilística. Esta factoría fue la responsable de la producción de nuestro protagonista de hoy, el FIAT 126 p. Se trató de un carrito minúsculo con un carisma que ha perdurado por años, en los lugares donde se comercializó. En Cuba, existen clubes de estos autos y celebran exhibiciones a menudo. Veamos todos los detalles tras el salto.
La FSM se fundó realmente en el año de 1971; tras años de negociaciones entre FIAT y el gobierno polaco de entonces. Luego, la FSM de Bielsko iniciaría un proceso de transformación, hasta completar un conglomerado de doce plantas, que terminarían dentro del Grupo FIAT en los años noventa. Pero a lo nuestro. Una vez concluido ese proceso FIAT otorga la licencia de producción del primer modelo, el 126p; construyéndose para ello una nueva planta de estampado y laminado de acero en la ciudad de Tychy, en 1975. En verdad, el primer FIAT 126p sale de la factoría el 6 de junio de 1973, ensamblado con partes italianas y aún transcurre un lapso de tiempo para que sea verdaderamente un ”126p“, o sea polaco.
Su concepción era común a otros miniautos de la época y de FIAT. Un motor trasero, enfriado por aire, de apenas unos 500 cc y alrededor de 20 CV de potencia. Incorporaba una caja de velocidades de cuatro marchas. Para su reducido tamaño no resultaba escandalosamente incómodo y aún recuerdo la primera vez que me subí a uno de ellos, pues esperaba un infierno de incomodidad –mido 1.86 m- y no resultó así. Su manejo tampoco resultaba agobiante, su movilidad era aceptable, su dirección precisa y sus frenos no eran malos. Solo que no debemos pedir peras al olmo. Era un autito minúsculo, apenas sin alma, pero una vez resueltos sus problemas de encendido no daban muchos problemas.
En Cuba, su llegada hizo renacer a los FIAT 600 existentes desde los años cincuenta, pues los cubanos, haciendo uso del mismo ingenio que tiene aún en la vía a tantos autos, les adaptaron muchas de sus piezas y partes. Hoy se vive en la isla otro momento interesante con estos queridos carritos, pues ahora les ha tocado a ellos ser los modificados y podemos encontrar en la vía ”polaquitos“ capaces de sacarle un buen susto a cualquier ”moderno“ (como se apodan en Cuba a los modelos de cualquier marca, pero de producción reciente) gracias a la adaptación de motores como el del Daewoo Tico, que con sus 60 CV hace volar al diminuto polaquito. Por supuesto, una vez que se comienza a modificar, una cosa lleva a la otra y eso hace que el querido FIAT 126p ”polaquito“ prolongue su presencia entre nosotros. ¡Enhorabuena!