Mercedes-Benz SL 65 AMG Black Series

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:45
Créditos
Jorge Esténger Wong

El nuevo baluarte de Mercedes-Benz llega directamente desde la Formula 1, viene dispuesto a reemplazar al SLR McLaren. Ofrecemos a continuación los detalles de la máquina que llenará los sueños de muchos de nosotros. Solo se producirán 350 unidades, así que atención: esto será lo más cerca que tendremos uno de ellos la mayoría de los mortales.

Con todo el pedigrí de un brutal pura sangre, el nuevo AMG 65 Black Series ha sido probado por más 30 000 km en circuitos, principalmente el famoso Nurburgring, con un solo objetivo: obtener una máquina capaz de valer los más de 300 000 dólares que costará cada una de estas bestias. Sus líneas espectaculares nos paran en seco y nos obligan a reparar en este súper auto, portador de lo más extremo en el arsenal de la firma alemana. Ha sido creado por los mismos diseñadores del Safety Car y el Medical Car de la Formula 1, tomando como base los súper deportivos del campeonato alemán de turismos, el DTM. El resultado se puede apreciar en las fotos que acompañan estas líneas.

Los verdaderos protagonistas se esconden de nuestros ojos. El motor V12 ha sido reformado por la preparadora AMG, la cual ha añadido dos nuevos turbos con mayor presión de soplado y rediseñado el sistema de escape. Ello imprime un nuevo carácter al motor capaz de incrementar sustancialmente sus cotas de potencia y par de tal forma que han comprometido la moderna transmisión semi automática de siete marchas del AMG 65 ”normal“ y ha sido necesario el empleo en el Black Series de un sistema de cinco velocidades.

Tanto motor ha hecho también necesario el empleo de un poderoso sistema de frenos con la mejor tecnología disponible en la firma alemana. Mercedes ha contrapuesto poder al poder: cuatro discos autoventilados y perforados de 390 y 360 mm (del/detrás) con pinzas de cuatro y seis pistones, pues hablamos de un auto de casi dos toneladas y capaz de alcanzar los 100 km/h en 3,8 segundos. El resto del auto rebosa sofisticación por todos lados: el chasis calibrado al extremo, la suspensión totalmente ajustable y la dirección no dejan espacio a reproche: adiós a quienes podían alegar cierto derrape en las curvas de la gama SL.

El interior es un alarde con el color negro de protagonista absoluto. Cuero, alcántara y fibra de carbono se combinan para crear un entorno soñado, donde el placer de conducir puede llegar a verse comprometido: casi dan deseos de quedarse allí sentado dedicados a la pura contemplación. Los instrumentos cubren todo lo necesario y mucho más, los novedosos diodos led se encargan de indicar el momento exacto para cada cambio, pues aunque hablar de ecología en un auto de este rango es casi superfluo, Mercedes logra rebajar en un 5 % las emisiones de CO2. Si todo lo descrito ha logrado provocarlo lo suficiente: cierre los ojos, recree este cochazo y gire el encendido. Soñemos.

Créditos
Jorge Esténger Wong