
Dicen los expertos que el grupo Volkswagen ha descubierto El Dorado en China, de ahí que no debería estimarse como casual que Seat también parta a la conquista de ese mercado paradisiaco, devenido el mayor del mundo y el gran motor impulsor de la industria actualmente.
La firma española, perteneciente al consorcio de Wolfuburgo, proyecta efectuar su desembarco comercial en el gigante asiático hacia 2012, con el lanzamiento en ese país de sus modelos Ibiza y León, según anunció su presidente James Muir; aunque primero exhibirá buena parte de su gama durante los Salones de Shangai y Beijing, en abril próximo y el año siguiente.
Como afirmó Muir: ”En los próximos nueve meses, vamos a acabar de diseñar la estrategia, pero queremos sumarnos a todos los grandes mercados emergentes empezando por el chino“. Y es que frente al estancamiento de la demanda en España, Seat se fija en Asia, sin descartar otros mercados como el de Sudamérica, luego de sus buenos resultados en México.
De ese modo, antes de constituir una ”joint venture“ con algún fabricante local, Seat pretende comenzar importando vehículos fabricados en su planta de Martorell (Barcelona), para luego concretar en una segunda fase la producción de sus turismos en algunas de las plantas de Volkswagen en la nación asiática.
No en balde, con esta nueva incursión la marca confía en abandonar sus números rojos, tras lamentar pérdidas por 311 millones de euros durante el año 2010, en el que aún así sus ventas mejoraron un 9.3 % hasta rozar las 350 000 entregas. Como esbozó Muir, en definitiva, para Seat resulta obvio entonces que en China ”es el momento adecuado para expandirse“.