Un histórico camión Barreiros

Creado: Lun, 26/10/2009 - 16:32
Créditos
Jorge Esténger Wong

El detonante fue un concurso convocado por el ejército portugués para la adquisición de 400 camiones de tracción total. Eduardo Barreiros vio una oportunidad en este concurso y a pesar de no contar con la autorización para fabricar vehículos completos, se decidió a participar en el concurso. Un pequeño equipo a sus órdenes puso manos a la obra, aunque debido a la premura de tiempo ni siquiera se dibujaron planos completos, ni muchos otros cálculos, acortando notablemente el proceso de diseño de un vehículo.

De forma artesanal y en tiempo récord se construyó un prototipo de camión todo terreno a base de componentes de otros vehículos. Los ejes, procedentes de una grúa Douglas, el cabestrante y la reductora procedían de un GMC de la Segunda Guerra Mundial, y la dirección de un Ross de tipo de husillo paraboloide. Para el motor Barreiros escogió el más potente de su gama en aquellos momentos, el EB-6, un seis cilindros en línea de 4.7 litros de desplazamiento y una potencia máxima de 84 CV. Una de las particularidades de este prototipo era el eje delantero, que contaba con las tradicionales ballestas, pero ancladas a un sub chasis de tipo balancín, lo que proporcionaba al vehículo una notable movilidad en malos terrenos.

Con este prototipo Barreiros venció en el concurso del ejército portugués frente a reconocidas marcas internacionales, consiguiendo además, y a pesar de las zancadillas del Instituto Nacional de Industria español, propietario a la sazón de la firma Pegaso, la licencia para producir vehículos completos. Cuando se instaló el museo de D. Eduardo en la localidad madrileña de Valdemorillo, se estimó que este vehículo era una pieza digna de figurar en él por su importancia histórica.

Pero su rastro se había perdido en los años 70, tras numerosos años de servicio en la propia fábrica de Villaverde. Luego de una intensa pero infructuosa búsqueda en las profundidades de un buen número de desguaces, se decidió construir, partiendo de cero, una réplica de aquel camión.

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Jorge Esténger Wong