En los años 80 del pasado siglo, Honda creó la Motocompo, una motocicleta plegable diseñada para caber en el maletero del Honda City.
Asistíamos en ese entonces a lo conocido en el mundo del Motor como transporte multimodo: conducías hasta la ciudad, aparcabas en un lugar barato y recorrías los últimos kilómetros en esa miniscooter.
Ahora, cuatro décadas después, los japoneses retoman la idea, pero en esta ocasión con una doble función, que sirva como extensor de autonomía, y facilite recargar un vehículo eléctrico mientras se conduzca.
Por ahora se trata de una patente, bien curiosa. Los extensores de autonomía en coches eléctricos suman un pequeño motor a gasolina que mantiene al vehículo en marcha cuando no hay puertos de carga cerca. Se trata de generadores diseñados para lograr la máxima eficiencia en su única tarea de convertir la gasolina en electrones.
La idea llegó al mercado en coches como el Chevrolet Volt o el BMW i3 y fue el Mazda MX-30 el que lo rescató en la versión R-EV, uno de los modos más curiosos de tener un híbrido enchufable.
Según la patente, la idea de Honda es colocar un motor generador en una motocicleta portátil, al estilo de la Motocompo, para tener la opción de deshacernos del automóvil y viajar sobre dos ruedas cuando se prefiera.
La Motocompo original era cara, pesada y difícil de plegar y despegar. La marca lanzó una reencarnación eléctrica hace un año (alcanza 24 km/h y recorre 19 km con una carga), pero claro, no valdría para esa función de extensor de autonomía.
Como otras patentes de fabricantes, parece una apuesta arriesgada, pero esta idea de scooter multiusos puede tener sentido… salvo cuando piensas que va a contaminar en los entornos urbanos donde podría moverse.