El SSC Tuatara estará disponible a finales de este año con una edición limitada de 100 unidades. Su velocidad tope, por encima de 400 km/h.
Esta es una excelente muestra de lo que puede hacer la factoría estadounidense SSC North América (Shelby SuperCars), ubicada en el estado de Washington, al noroeste de la nación norteamericana. El modelo Tuatara se dejó ver como concept car en fecha tan lejana como 2011 y nació con el objetivo de convertirse en el coche de producción más rápido del mundo.
Tendrá que desbancar al Koenigsegg Agera RS, que ostenta el título y otros de muy alto calibre como el Bugatti Chiron o el Hennessey Venom F5, capaces de superar la barrera de los 400 km/h. Su nombre, Tuatara, es el de un reptil oriundo de Nueva Zelandia que tiene como característica su lomo espinoso con el cual serrucha a sus víctimas. ¿Será que así hará el SSC Tuatara con sus rivales más cercanos?
Para su empeño colocó el propulsor en posición central trasera. Es un hípermotor desarrollado en colaboración con Nelson Racing Engines de configuración V8, biturbo, de 6.0 L de desplazamiento, capaz de girar, sin susto, a 8 800 rpm. Si el depósito de combustible se llena con bioetanol E85 alcanza una potencia de 1 775 CV, impresionante. Por el contrario, si queremos ser ‘ahorrativos’, repostando con gasolina regular de 91 octanos, la potencia ‘solo será’ de 1 368 CV.
Todo ese arsenal se lleva a las ruedas por medio de una caja de cambios de siete velocidades. Para que el peso no sea un inconveniente en su hazaña, motor y caja descansan sobre un chasis monocasco construido de fibra de carbono. La carrocería, también de fibra de carbono, extremó el diseño aerodinámico con un coeficiente (Cx), que cuantifica la resistencia del aire al avance, de 0.279. Así, su eficiencia supera a rivales como el Bugatti Chiron (0.36), el Koenigsegg Agera (0.33) y el Hennessey Venom F5 (0.33). Su peso en seco es de apenas 1 247 kg.
Con todo ese pedigrí, mira arrogante a su rival más directo, el Koenigsegg Agera RS, quien aparece en el afamado libro de Records Guinness como el auto de producción más rápido del planeta al registrar en dos pasadas y en sentido contrario un promedio de 444.6 km/h. Sin embargo, cámaras que se encontraban dentro del auto y sensores externos marcaron en una pasada 457.5 km/h.
Pero nuestro protagonista, el SSC Tuatara, pretende serruchar a su rival y prevé que podrá alcanzar 482 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en torno a los dos segundos. Son números para soñar, pero Shelby SuperCars pretende hacerlos realidad.