Un SUV con “alma” de cupé: desde su nombre, que hace referencia un deportivo medio de la marca, presentado en nuestra sección de Clásicos. Esta es la propuesta de Mitsubishi en este sector del mercado en los primeros compases del año. Veamos.
Basado en el prototipo XR-PHEV, presentado en 2015 y reseñado aquí entonces, el vehículo tiene una silueta semejante a un cupé, por su pronunciada caída en la última sección trasera del techo, a partir del pilar posterior. Está llegando al mercado con 4.41 m de longitud y un precio de unos 25 000 euros, en Europa.
Mitsubishi ofrece un único motor en el Eclipse Cross, una planta movida a gasolina, de 1.5 l, 163 CV y sobrealimentado. Para fines del verano, estará disponible un diésel de 2.2 l de unos 150 CV. Todavía pudiera llegar una versión con motor eléctrico, ya sea híbrida o híbrida enchufable, pero sería más adelante y no es seguro.
Por su parte, la caja de cambios puede ser manual de seis velocidades o automática, de tipo CVT con el motor de gasolina y de tipo convertidor de par y ocho relaciones con el diésel. La tracción puede ser delantera o total permanente y para mejorar la precisión en curvas, las versiones con tracción total, tienen un sistema de reparto selectivo del par motor.
Mitsubishi ha empleado en el Eclipse un 55% de acero de alta resistencia a la torsión en la fabricación, así como sellado estructural mediante adhesivo en la zona de apertura de las puertas, en lugar de soldadura metálica, lo que, según dice, incrementa la rigidez torsional.
El Eclipse Cross puede tener un sistema de información proyectada en una lámina de plástico, Head-up Display, la alerta por cambio involuntario de carril, el servofreno de emergencia con detección de obstáculos en el ángulo muerto del retrovisor, un sistema de cámaras que dan una visión cenital del coche para ayudar al aparcamiento, encendido automático de luces largas y un sistema multimedia compatible con los sistemas Android Auto de Google y CarPlay de Apple.
Con estas características el modelo de Mitsubishi tendrá que enfrentar a oponentes muy sólidos como el Hyundai Tucson, el Nissan Qashqai, el Peugeot 3008, y hasta el Škoda Karoq. Tiene a favor el confort de rodadura, su buen acabado, generoso equipamiento y su potencia. En contra no es un modelo amplio en relación a sus competidores.
Uno de los colores de la carrocería será un rojo brillante, que Mitsubishi ha desarrollado específicamente para este modelo, inspirado en las tonalidades que se aprecian durante un eclipse solar. Se fabrica en Nagoya, Japón.
