
Contra viento y marea, Volkswagen ha arrancado nuevamente el año logrando la pole como el mayor fabricante automotriz del mundo, tras vender en 2017 —sí, por segundo año consecutivo— más de 10 millones de unidades.

De acuerdo con las cifras de Bild am Sonntag, el gigante automovilístico alemán comercializó en los últimos 12 meses 10.7 millones de coches a nivel global para superar los 10.3 millones entregados en 2016 y así ganarle otra vez la pulseada a Toyota.
El coloso japonés, que repitió ahora el segundo puesto con 10.35 millones de nuevas matriculaciones, había sido el mayor fabricante mundial entre 2008 y 2015, con la excepción del 2011, año en el que la estadounidense General Motors se hizo con el liderato a raíz de las catástrofes naturales que azotaron Asia y afectaron la producción del fabricante de Aichi.

Sin embargo, el despegue del consorcio de Wolfburgo en mercados tan importantes como China y Estados Unidos, donde las ventas de sus diversas marcas han crecido notablemente en los últimos años, contribuyó a que se convirtiera en el claro dominador, asegurando una posición que no será nada sencillo de batir en los próximos años.
Tan solo a partir de su marca principal, Volkswagen ha conseguido relanzar sus ventas —a despecho del sonado dieselgate— con modelos como el Jetta, Golf, Santana, Passat y Polo, a los que se suman más de 60 modelos de sellos como Audi (Alemania), Bentley (Reino Unido), Bugatti (Francia), Lamborghini (Italia), Porsche (Alemania), SEAT (España) y Škoda (República Checa), con una red global de más de 50 plantas en 14 países del mundo.
