Fabricantes de renombre como BMW y Toyota mantienen su rumbo al futuro con tecnología asociada al hidrógeno.
Cada vez son más los que suben a la pista en la carrera por la electrificación, al punto de pasar por alto el interés por el hidrógeno. Sin embargo, y sin intenciones de ser la excepción de la regla, aún existen fabricantes que continúan en busca de un futuro promisorio de la mano de la tecnología asociada al hidrógeno, en los vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno.
BMW, Toyota y Hyundai confían en que los vehículos de pila de combustible de hidrógeno también tendrán un espacio en el podio del mercado mundial.
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No es de desestimar que las necesidades de los consumidores varían de un lugar a otro, y atendiendo a su estudio, Klaus Froehlich, del departamento de I+D de BMW, afirma que el coche eléctrico podría representar hasta un 30 % de las ventas mundiales de automóviles en 2030, principalmente en las grandes ciudades del este de China, en la costa oeste de Estados Unidos (y alguna ciudad de la costa este). En Europa, el panorama sería diferente. En BMW creen que el 25 % de las ventas en 2030 serán de híbridos enchufables, mientras que los coches gasolina y diésel todavía coparán más del 50 % de las ventas, el resto siendo de eléctricos de batería.
La razón, aunque no lo parezca, es muy sencilla: la infraestructura necesaria para que un coche eléctrico sea totalmente viable no estará completa en Europa en 2030. Y no hablamos de electrolineras o redes de supercargadores privados. Es preciso afianzar la cultura para una plaza de parking asignada donde poder enchufar el coche.
La tecnología de pila de combustible o fuel cell podría ser entonces la solución ideal para los coches al horizonte 2025, y BMW trabaja actualmente con Toyota en el desarrollo de la siguiente generación de coches con pila de combustible que llegaría a la próxima generación de los BMW X6 y BMW X7, dentro de ocho o diez años.
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Por otra parte, la media de emisioens de CO₂ en 2021 en Europa tendrá que ser de 95 g/km, pero se prevé que en 2030 tenga que ser de 60 g/km. Y grupos como Toyota consideran que contar únicamente con el coche eléctrico para poder rebajar el nivel de emisiones medias de CO₂ de forma tan drástica no será posible si contamos únicamente con el coche eléctrico de batería para lograrlo. Con un mercado europeo dominado a más del 50 % por el diésel y la gasolina en 2030, según los datos de BMW (datos que Toyota, como socio tecnológico en el hidrógeno de BMW, considera válidos) no se puede alcanzar únicamente con la producción de coches eléctricos de batería e híbridos enchufables. En ese contexto, los coches con pila de combustible serían la manera de poder alcanzar esas cifras. Aunque sigue atentando la necesaria infraestructura de repostaje.
Tomado de https://motorpasion.com