Tesla ha protagonizado otro ejercicio de marketing junto a la aerolínea australiana Qantas, sumándose al ya extendido reto de remolcar grandes bestias para demostrar la capacidad de un coche. En este caso, un Tesla Model X P100D ha establecido un récord Guinness al remolcar un Boeing 787-9 Dreamliner, un avión con un peso operativo en vacío de más de 117 toneladas y una envergadura de 60 metros.
La versión tope de la gama es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,1 segundos mientras cuenta con una autonomía de 542 km gracias a su batería de 100 kWh. El eléctrico, con 2.500 kilos de peso, ha demostrado una buena capacidad de remolque; de hecho, es el primer vehículo eléctrico homologado para arrastrar remolques en Europa.
La prueba se ha llevado a cabo en el aeropuerto de Melbourne:
Anteriormente Tesla se enfrentó a un Boeing 737 en la pista, pero aquella vez fue en una carrera de aceleración y con un Model S. Y es que la compañía aérea y Tesla están colaborando para hacer de la industria del transporte una esfera más sostenible, según dice Qantas.
Tampoco es la primera vez que vemos a la compañía 'jugar' con aviones; el Model S se ha convertido en 'los ojos' de un complicado avión espía estadounidense a la hora de realizar maniobras en pista.
La compañía de Palo Alto se suma así a un ejercicio de marketing que ya han llevado a cabo marcas como Porsche con el Porsche Cayenne y un Airbus A380, el Volkswagen Touareg y un Boeing 747 o un Nissan Patrol y el Ilyushin Il-76.