Creado con el exclusivo espíritu de la realeza, el Maserati Quattroporte salió a las calles para 1961 en una versión limitada la cual se mantuvo en producción por cuatro años. Su diseñador, Pietro Fusa, se inspiró en el modelo 5000 GT que él mismo había diseñado dos años antes para el príncipe Karim L Aga Khan. Esta berlina de cuatro puertas era la más veloz de los años sesenta, cuando los hoy sagrados monstruos alemanes aún consolidaban su industria luego de la Guerra.
Su velocidad máxima variaba entre 210 km/h a 230 km/h, según el motor empleado. El vehículo venía equipado con un chasis de nueva concepción. En un principio, la berlina llevaba un sistema de suspensión trasero parecido al DeDion, y para 1966 fue sustituido por un sistema de eje rígido. Todo lo anterior revestía gran importancia en una época donde el comportamiento del vehículo se garantizaba a pura física, sin el montón de ayudas electrónicas disponibles hoy para manejar la descomunal potencia existente.
El motor V8 desarrollaba una potencia de 260 CV y para 1966 aumentó a 290 CV, cifra bien respetable para la época, aunque no extraordinaria. La transmisión se podía escoger con un cambio manual de 5 marchas, ó automático de 3 marchas. Se fabricaron un total de 260 unidades desde 1961 hasta 1966, y entre sus propietarios se encontraron personalidades de la talla de Anthony Quinn, Stewart Granger, Marcello Mastroianni, Alberto Sordi; Ranieri III de Monaco; ó Peter Ustinov quien adquirió 2 vehículos. Después vendría la 2a Serie, también llamada Maserati Quattroporte I, y que se fabricó desde 1966 hasta 1970 con la misma carrocería. Pero esa ya es otra historia.