Mientras los modelos domésticos de General Motors Company (GMC) crecían sin parar, al otro lado del Atlántico la firma aprovechaba las abismales ventajas financieras obtenidas de la Segunda Guerra Mundial y se hacía con el control de varias marcas europeas. Justo es decir que esta fue una tendencia seguida por las compañías americanas, no solo la GMC.
Así ya tenían el control de Opel y Vauxhall, mientras Chrysler se lanzaba detrás de varias marcas francesas como Talbot y Simca. En fin, de una forma u otra controlaban la producción en la mayoría de los sectores de los mercados mundiales. En 1957 el Vauxhall Victor incorporaba algunas importantes mejoras y rendía más del doble que cualquier auto norteamericano de esa fecha, incluido el ”pequeño“ Rambler.
El Vauxhall de este año, fabricado por General Motors en Gran Bretaña, era más pequeño que su antecesor. El nuevo Victor, de 4 asientos, traía un económico motor de 4 cilindros; 1500 cc.de desplazamiento, válvulas en la culata, y tenía un rendimiento de 12,7 km/l en ciudad y 14,3 km/l en carretera.
Pero no era un automóvil enano, pues con 2,45 metros de distancia entre ejes, era solo 42 centímetros menor que el Chevrolet. Su longitud total de 4,16 metros lo hacía apenas 85 centímetros más corto que el Chevrolet de ese año. Es bueno recordar que el ”pequeño“ Chevy de 1957 podía llevar el famoso motor V8 de block pequeño, estrenado en esa serie de 1955, y además se ofertaba un sistema de inyección de combustible, para elevar aún más su potencia. Las líneas del pequeño auto europeo, por su parte, acusaban una notable influencia americana, y hasta tenía el parabrisas envolvente tan en boga en ese momento.