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El insigne apellido del alemán Teófilo Daimler, a quien se considera uno de los padres del automóvil actual, ha vuelto completamente a su natal Alemania, tras pasar más de un siglo fuera. De esta manera, la actual firma alemana DaimlerChrysler tendrá un nuevo nombre a partir del próximo mes de octubre: se llamará Daimler AG. La razón: ya vendieron Chrysler a Cerberus (que hace negocios en China) y compraron a la firma norteamericana Ford, su nombre original.

Hace ahora 113 años, allá por 1894, dos amigos se unieron para fundar un taller para la fabricación y reparación de bicicletas, en la ciudad de Mladá Boleslav, situada en la región de Bohemia Central, al norte de la actual ciudad capital de la República Checa, Praga. Estos dos amigos eran el cerrajero y mecánico Václav Laurin y el librero Václav Klement, y a las bicicletas que construyeron, le pusieron como marca Slavia. Esa fue la semilla de los autos Skoda de hoy día.

Fundada en 1904 por el ingeniero suizo Marc Brikigt y el catalán Damián Mateu, los lujosos automóviles Hispano-Suiza competían en el mercado con los Rolls-Royce ingleses, los Bugatti italianos y los Deusenberg germanos. En 1911 se extendió a Francia con la Societe Francaise Hispano-Suiza, país que atravesó en 22 horas, de sur a norte, en 1907. También se alzó con la famosa Copa del Auto francesa, en 1910, con el modelo Alfonso XIII, el mejor Hispano-Suiza fabricado antes de la I Guerra Mundial.

Ferruccio Lamborghini, hijo de padres agricultores, siempre estuvo interesado en la mecánica. Después de la Segunda Guerra Mundial, donde participó dando mantenimiento al parque automotriz de su regimiento, compró vehículos bélicos con la idea de convertirlos en tractores. Apoyado de su tremendo éxito, en la construcción de máquinas agrícolas, fabricó (a partir de 1963) los ultra famosos autos deportivos Lamborghini.