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El mundo del automóvil siempre ha tenido un magnetismo capaz de atraer a todos por igual, desde reyes hasta los miembros de las tribus más remotas. Así, Alfonso XIII (Rey de España al comienzo del Siglo XX) era un gran aficionado al mundo del automóvil y pronto tuvo un gran interés por la marca emblemática del automovilismo español de la época: la Hispano Suiza.

La utilización de diseños con estilos retro siempre ha estado presente en las más diversas facetas de la vida: música, arte ó modas. La nostalgia vende, y vende bien. El automóvil no ha estado exento de este fenómeno y por ello dedicaremos algunas de nuestras reseñas a modelos que a lo largo de la historia del automóvil han tenido estas características.

Ahora cuando Fiat vive un importante momento en su historia, dominando los restos de Chrysler en Estados Unidos y aún luchando por el control de alguno de los escombros europeos de GMC, se acaba de subastar un auto que encierra otro singular momento en la vida de la marca italiana.

Cuando Pontiac acaba de celebrar su centenario con su desaparición del escenario automovilístico universal y, peor aún, su propietaria General Motors respira directamente de la cámara de oxigeno artificial que decretó su bancarrota; un pequeño auto ha sostenido su existencia (y ventas) para regalarnos uno de los contados aniversarios felices que tendremos la oportunidad de reseñar en este 2009 inolvidable.

Las verdaderas amistades perduran en el tiempo. Este Skoda 110R de los años setenta es el símbolo de una amistad que rebasó los límites de la existencia y dejó para su dueño, Luis Balmaseda Ramos, las tantas enseñanzas y experiencias que compartiera con una entrañable amiga, la escritora chilena Elizabeth Raiman.

Este año se celebra el 40 Aniversario de uno de esos modelos míticos de Ford: el Capri, un Coupé nacido en 1969 para convertirse en el ”hermano“ europeo del Ford Mustang, que ya por aquel entonces triunfaba en Estados Unidos. Era un deportivo de estética hatchback que pretendía satisfacer a aquellos que buscaban un coche que les ofreciera prestaciones, sin tener que renunciar al espacio de un vehículo familiar.

La semana anterior vimos el Porsche 989, antecesor del actual Panamera. Mencionamos entonces su similitud con el 959, otro fantasma de la época. Veamos un poco más de ese clásico superdeportivo en nuestra columna de hoy. El desarrollo del 959 (originalmente llamado el Gruppe B) comenzó en 1981, poco después de la llegada del entonces nuevo director de manejo de la compañía, Peter Schutz.

Los años ochenta consolidaron a Porsche como el único fabricante de autos deportivos con una economía sólida e independiente. Entonces se establecieron los fundamentos que han permitido hoy a Porsche AG ser propietaria de más de cincuenta por ciento de las acciones del Grupo Volkswagen, quinto productor mundial de vehículos, algo inédito en la historia.