Era un hecho: la desaparición de la American Motors Corp. como compañía independiente sería cuestión de tiempo. Sus finanzas hacían agua por todos lados y era incapaz de actualizar sus modelos para hacerlos competitivos con el resto del mercado norteamericano de finales de los sesenta y hasta los ochenta. Sin embargo, gracias a la audacia de sus ingenieros la firma hizo malabares con sus recursos y logró incluso introducir algunos conceptos interesantes.
Noticias por categorías
El detonante fue un concurso convocado por el ejército portugués para la adquisición de 400 camiones de tracción total. Eduardo Barreiros vio una oportunidad en este concurso y a pesar de no contar con la autorización para fabricar vehículos completos, se decidió a participar en el concurso. Un pequeño equipo a sus órdenes puso manos a la obra, aunque debido a la premura de tiempo ni siquiera se dibujaron planos completos, ni muchos otros cálculos, acortando notablemente el proceso de diseño de un vehículo.
Con el nacimiento del Chevrolet Impala, en 1958, surgió la primera generación de una dinastía que se extiende hasta nuestros días. Un ejemplar de aquel primer modelo tuvo el honor, además, de ser el auto 38 millones en la historia de esa marca. La grácil gacela africana , de la cual tomó su nombre, llevaría su espíritu a la nueva serie que primero sería parte de la línea Bel Air, y luego el "top of the line" de la marca.
Con la imagen exacta para capturar el espíritu de renovación imperante en el Japón de los años sesenta el Mazda Cosmos tiene la singular virtud de ser el primer automóvil de la historia que emplea de forma masiva el motor rotatorio. Este solo hecho le otorga la relevancia suficiente para ser nuestro protagonista esta semana.
Cuando se recuerda al Lamborghini Miura, nuestro protagonista de hoy, lo primero que viene a nuestras mentes es la belleza única de este súper auto del pasado. Exponente de una marca dedicada a la producción de autos de altos perfomances, el Miura es uno de esos raros autos en la historia que han hecho languidecer a todos, y voltear la cabeza a su paso a incontables personas no por el ensordecedor ruido de su motor, sino por la perfección absoluta de sus líneas.
Nunca hemos publicado notas sobre autos conceptos del pasado, existen muchos modelos importantes en la historia y esa ha sido siempre nuestra prioridad. Haremos hoy una excepción para reseñar las memorias de este concepto de Ford Motor Co, el cual aunque nunca llego a la producción en serie logró una relevancia que sobrepasó a su época.
En el año 1959 la marca inglesa Austin Healey decidió aumentar la capacidad de su motor de seis cilindros de2,6 litros a 3,0 litros exactos y de esta sencilla forma nació el Austin Healey 3000, en alusión a los 3000 centímetros cúbicos que representan esos tres litros. Este modelo se mantendría por los próximos nueve años en producción, con un total de más de 40 000 unidades.
En pleno apogeo del Mustang, cuando los muscle-car reinaban en el mundo, la Ford todavía se daba el lujo de presentar un auto a la sombra del Lincoln, incluso formando ambos una misma División: La Mercury-Lincoln Division. Pletórico de potencia el Mercury 1966 ofrecía además incontables adelantos para la época, llegando incluso a asegurar en sus anuncios que ofrecía la misma suavidad de marcha del Lincoln, un auto bien por encima en el mercado.